Filosofía

Nikola Tesla: el mago silenciado

Revolucionó la teoría eléctrica. Westinghouse y la banca Morgan financiaron sus proyectos y en 1943 fue reconocido como el verdadero inventor de la radio. Nikola Tesla literalmente inventó el siglo XX.

Nacido en la ex – Yugoslavia, emigró a Estados Unidos donde produjo las más increíbles invenciones que dieron origen al mundo tal como se conoce. Puede decirse que si hoy podemos gozar de luz eléctrica, televisión, rayos X u ordenadores, es gracias a él.

Sus innovadores y vanguardistas descubrimientos lo convirtieron en el inventor del siglo XX y a la vez, en su genio más olvidado.

Además de los campos del electromagnetismo y la ingeniería eléctrica, su trabajo abarcó disciplinas tales como la robótica, la balística, la mecánica, la ciencia computacional y la física nuclear y teórica. A él pertenecen las patentes del control remoto, la bobina (bobina de Tesla), la bombilla sin filamento, la transmisión inalámbrica de ene

rgía e inclusive la radio.

Durante años, Tesla y Marconi protagonizaron un encarnizado enfrentamiento por la patente de la radio que culminó el 21 de junio de 1943, seis meses después de la muerte del primero. La Corte Suprema de los Estados Unidos acreditó que Nikola Tesla había presentado las patentes de la transmisión inalámbrica antes que Marconi y que estas contenían todos los principios teóricos necesarios para desarrollar la radio. Una victoria póstuma que no le valió el reconocimiento general que merecía; apenas el jurídico.

Genio relegado

Resulta intrigante que el genio más importante del siglo XX fuera tan meticulosamente relegado, silenciado y desacreditado.

La larga lista de sus inventos patentados, 272 inventos en 25 países, hace aún más increíble que no se le haya rendido el homenaje que se merece.

En 1895, los motores de corriente alterna de Tesla se instalaron en el diseño de la central hidroeléctrica en las cataratas del Niágara, demostrando la superioridad de su sistema frente a los motores de corriente continua.

Un año después consiguió transmitir electricidad a la ciudad de Búfalo (Nueva York) y con el apoyo financiero del industrial George Westinghouse, continuó sus investigaciones a cambio de la cesión de sus patentes a manos del financiero.

En 1898, en el Madison Square Garden de Nueva York, presentó un barco teledirigido mediante comando inalámbrico que incluía un método de guía por medio de la voz.

En 1899 construyó una potente estación de transmisión en Colorado Springs, en las montañas Rocosas, para intentar transmitir enormes cantidades de energía para el uso doméstico e industrial.

En 1900 demostró que la tierra podía ser utilizada como un súper conductor haciendo vibrar la energía a baja frecuencia. Efectivamente, en su laboratorio de Colorado Springs, encendió 200 lámparas eléctricas desde una distancia de 40 kilómetros sin utilizar cables.

Su última patente en 1928 la constituyó una máquina voladora que asemejaba tanto a un helicóptero como a un avión. Antes de morir, Tesla ideó, según informes, los planos para el motor de una nave espacial. É la llamó Space Drive o impulsión del campo anti-electromagnético.

El mundo según Tesla

En 1900 Tesla escribió: En un futuro próximo veremos una gran cantidad de aplicaciones de la electricidad (…) podremos dispersar la niebla mediante fuerza eléctrica (…) centrales sin hilos se utilizarán con el propósito de iluminar los océanos (…) se conseguirá la transmisión de imágenes mediante hilos telegráficos ordinarios (…) una máquina de escribir operada mediante la voz humana (…) tendremos eliminadores de humo, absorbedores de polvo, esterilizadores de agua, aire, alimentos, y ropa (…) se convertirá en imposible contraer enfermedades (…) La distancia, que es el impedimento principal del progreso de la humanidad, será completamente superada, en palabra y acción. La humanidad estará unida, las guerras serán imposibles, y la paz reinará en todo el planeta.

Su muerte acaeció en 1943, en tiempos de guerra. Sus investigaciones sobre la detección remota y el desarrollo de armas avanzadas fueron rápidamente inspeccionados, microfilmados y clasificados como de interés prioritario. Documentos del FBI obtenidos bajo el Freedom of Information Act (FOIA), muestran que estos microfilmes fueron puestos a disposición del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de los EE.UU.

Los inventos que condenaron al olvido a Nikola Tesla

Electricidad gratuita para todos, un prototipo de rayo láser, un receptor de señales extraterrestres y otros inventos sorprendentes mantuvieron al genio en la penumbra.

Su genio y excentricidades le valieron la mirada esquiva de muchos de sus colegas y hasta tuvo que ir a juicio por defender la autoría de alguno de sus inventos. ¿Cuáles fueron los inventos que tanto escandalizaron a su época?

Energía gratuita para todos

Tesla sostenía que la tierra podía ser utilizada como un súper conductor de energía. La carga energética terrestre puede funcionar como un amplificador si se la hace vibrar a cierta frecuencia, creando la posibilidad de generar energía ilimitada.

Tesla lo demostró en su laboratorio de Colorado Springs, donde logró encender 200 lámparas eléctricas desde una distancia de 40 kilómetros sin utilizar cables.

El inventor sabía que podía distribuir electricidad de forma inalámbrica en grandes cantidades y a grandes distancias combinando la radio y la corriente alterna.

Con el soporte financiero de J.P. Morgan, construyó en 1889 una torre que llamó  Wardenclyffe. A Morgan le dijo que su invento se refería a la posibilidad de enviar datos a distancia, cosa que entusiasmó al banquero, pero en realidad, el sueño de Tesla era ofrecer al mundo una energía limpia, ilimitada y gratuita.

Sin duda esto iba en contra de los intereses de las compañías eléctricas. En cuanto Morgan se enteró de las verdaderas intenciones de Tesla, no solo le quitó el respaldo financiero sino que mandó destruir la torre inmediatamente.

Teslascopio: ¿estamos solos en el universo?

Una noche, cuando estaba solo en su laboratorio, Tesla observó lo que él cautelosamente llamó acciones eléctricas que definitivamente parecían ser señales inteligentes. Se sabía que otros inventores habían obtenido resultados similares. Así inventó el “Teslascopio”, un aparato que podía recibir y amplificar señales de rayos cósmicos y convertirlas en señales de audio.

En el periódico semanal “Collier” de marzo de 1901 Tesla escribió: “he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta al otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.” Nunca se supo claramente que pasó con estas investigaciones luego de su muerte.

¿Controlar los cambios climáticos?

El 12 de mayo de 1938 Tesla pronunció una conferencia en el Instituto del Bienestar del Emigrante en la que explicó su Teoría Dinámica de la Gravedad, en la cual otorga al éter “la indispensable función en el fenómeno de gravedad universal, inercia, momentum y movimiento de los cuerpos celestes, así como toda la materia atómica y molecular”.

Tesla insistió en que el “éter actúa sobre la fuerza creativa, dadora de vida, y es arrojado en forma de micro hélices, en “remolinos infinitesimales” cerca de la velocidad de la luz, convirtiéndose en materia ponderable. Cuando la fuerza disminuye y cesa el movimiento, la materia se revierte al éter y “el Hombre puede aprovechar estos procesos – entre otras muchas posibilidades- para crear cualquier cosa que desee con la materia y energía derivadas, como por ejemplo, controlar el clima de la tierra”.

Aceleración de partículas

Tesla investigó específicamente los campos electromagnéticos para acelerar las partículas cargadas eléctricamente haciéndolas alcanzar velocidades altas. Mediante esta misma tecnología hoy se hace posible el funcionamiento de los tubos de rayos catódicos de televisión o los monitores de los ordenadores.

Los escritos de Tesla hacen numerosas referencias al uso de una energía poderosa de control por radio.

En 1937, durante una conferencia de prensa en el día de su cumpleaños, Tesla anunció que había perfeccionado “un nuevo aparato, pequeño y compacto, que puede destellar la energía, en cantidades considerables a través del espacio, a cualquier distancia sin la menor dispersión.” (New York Times, Julio 11, 1937.)

Según sus propias notas, Tesla afirma que sus investigaciones le habían permitido enviar partículas concentradas a través del aire que contenían tal capacidad como para derribar una flota de 10.000 aviones.

Rayo de la paz

El diseño original de 1937 probablemente fue un dispositivo de rayo de alto voltaje. La guerra, para Tesla, estaría obsoleta a partir de la utilización de su rayo de la paz, ya que permitiría que cada país se protegiese detrás de una pared invisible.

Envió cartas a casi todos los mandatarios, inclusive al presidente Wilson, informándole de la posesión de un rayo capaz de destruir grandes extensiones de tierra.

Nadie sabe con certeza si obtuvo alguna contestación y tampoco puede confirmarse el uso de tal arma. Lo sorprendente es que haya tantas similitudes entre los intereses de las investigaciones de Tesla de fines de siglo XIX y los temas que hoy preocupan a la humanidad: energías renovables, cambio climático, vida extraterrestre, armas secretas, paz mundial.

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